lunes, 3 de septiembre de 2012

Volumen. Robóticas de Enrique Moreno






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El siglo XX estuvo signado por una fascinación por la máquina como metáfora del progreso y por la amplia capacidad humana para intervenir sobre su entorno. En el arte es fácilmente identificable la atracción del movimiento futurista, de inicios del siglo pasado, por las máquinas y su movimiento veloz,  y es memorable la declaración de su Manifiesto: “Un coche de carreras con su capó adornado con gruesos tubos parecidos a serpientes de aliento explosivo... un automóvil rugiente, que parece correr sobre la ráfaga, es más bello que la Victoria de Samotracia”[1].

En la actualidad la avanzada tecnológica parece ilimitada y, sin embargo, autores como Paul Virilio señalan con preocupación la contaminación veloz, indetenible e imperceptible que las tecnologías están efectuando sobre nuestras cotidianidades, de modo que, por ejemplo, el fenómeno de las guerras ya no proyecta imágenes apocalípticas de estruendo y horror, sino que es una especie de espectáculo que ocurre con mayor fuerza desde los nuevos medios de comunicación o desinformación.

Las máquinas con grandes engranajes vistas en filmes como Metrópolis, los robots de las series de los 70s,  o los aterradores robots inteligentes de los 80s con toda su materialidad, han desaparecido dejando apenas su rastro en una virtualidad que los ha sustituido.

En contraposición, Enrique Moreno retorna a la realidad sensible y tangible de aquellas máquinas, rescatando aquellos mecanismos de su obsolescencia para transformarlos en una robótica precaria cargada de evocaciones.


Fotografía: Enrique Moreno


El artista viene trabajando con insistencia en propuestas escultóricas que producen curiosidad y asombro infantil en quien las experimenta (independientemente de la edad que se tenga). Su investigación parte de la deconstrucción de aparatos domésticos para la invención de nuevas máquinas cuya función práctica ha sido desechada en aras de creaciones sin aparente utilidad.

Fotografía: Enrique Moreno

Moreno se concentra aquí en mostrar elementos, percepciones y lógicas de la vida cotidiana desde una perspectiva en la que se destacan las condiciones precarias de ciertas construcciones de viviendas urbanas (los ranchos), así como otras soluciones de la vida ordinaria, y el ya conocido (en su proceso creativo) uso de recursos tecnológicos rescatados y resemantizados.

En esta exposición el artista hace funcionar 8 propuestas que convierten a la Sala 11 del MAC en un recinto post-industrial. Aquí la máquina ha dejado de ser un sueño de progreso, casi al contrario, el desgaste museográfico se vuelve poesía, las piezas siempre inacabadas se comportan como partes desmembradas y disgregadas de un solo cuerpo hecho de retazos: en una los latidos del corazón, en otra las piernas de movimientos torpes, en otra brazos ensayados varias veces... Los materiales como el alambre, alambrón, nailon, los cables, pequeños motores de electrodomésticos, botellas de plástico,  instrumentos musicales, etc., son estructurados en esculturas maltrechas adrede para tocar y descubrir – a través de movimientos y sonidos – aproximaciones alternas sobre nuestros propios entornos habituales.

Albeley Rodríguez
Caracas, junio 2012

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Fichas Técnicas
Columnas
2012
5 volúmenes móviles (motoreductores, cables eléctricos, alambrón).
2 de 250 x 35 x 35 cm y 3 de 200 x 20 x 20 cm

Vlouer
2012
Volumen sonoro (soplador, cables eléctricos, botellas de plástico, motor de ventilador).
270 x 40 x 40 cm

Saranda
2012
Volumen sonoro (saranda, cables eléctricos, motor de ventilador, poliestireno).
270 x 40 x 40 cm

Synchronous motor
2010- 2012
6 péndulos entre páneles museográficos (alambrón, motoreductores, cables eléctricos y páneles museográficos)
200 x 80 cm (dimensiones internas)

WRO
2012
Volumen móvil aéreo (motoreductor, cables eléctricos, alambrón).
170 x 20 x 35 cm

4 x 2
2009 – 2012
Volumen antimúsica (caladoras, cuatros de souvenir, alambrón)
150 x 100 x 100 cm

Chaca – Chaca
2011
Volumen móvil (motoreductor, cables eléctricos, alambrón).
170 x 50 x 50 cm.

Lou Fai
2011
Volumen sonoro (motoreductor con base de portarretrato)
40 x 30 x 30 cm
 
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Reseña del artista

Enrique Moreno, Nace en Trípoli, Líbano en 1971. Vive y trabaja en Caracas, Venezuela.

Es licenciado en Artes Plásticas, mención Escultura, IUESAPAR, (2000) y TSU en Mecánica Automotriz, IUT (1994). En sus artefactos ha combinado sus dos áreas de formación. El movimiento que desgasta superficies a través del tiempo y la vulnerabilidad de la memoria han sido sus constantes. Los ensamblajes de Moreno suelen ser elaborados con cables y alambres, motores, metales y otros materiales que se mueven creando dibujos, desgarramientos, intervenciones de la sonoridad habitual, así como alteraciones de la visualidad y de las dinámicas del espacio.

Entre los reconocimientos más destacados se encuentran:

·        Mención de honor en el Salón Aragua (2002)

·        Mención de honor en el II Salón Exxon Mobil (2003)

·        Segundo premio, 6º Salón Pirelli de Jóvenes Artistas, Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Imber, Caracas, Venezuela (2003).

·        Premio Pedro León Castro, III Salón de Arte Exxon Mobil de Venezuela, Museo de Bellas Artes, Caracas, Venezuela (2005)

·        Premio 9ª Bienal Nacional de Escultura Francisco Narváez, Museo de Arte Contemporáneo Francisco Narváez, Porlamar, Edo. Nueva Esparta, Venezuela (2007).

 

Este artista está presente en algunas de las  más relevantes colecciones del país: Colección Patricia Phelps de Cisneros, Colección Banco Mercantil, Colección Exxon Mobil y en el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas (MAC) con la pieza Diinnn Don (Segundo Premio VI Salón Pirelli de jóvenes artistas, 2003).
Enrique Moreno está dedicado a la mecánica automotriz al tiempo que desarrolla sus propuestas de arte, performances, como Dj. Babalu así como otros planteamientos de arte sonoro. También formó, junto con otros artistas, del ensamble sonoro Perroroboto.
Ha realizado exposiciones individuales y colectivas en Venezuela y otros países como Argentina, Inglaterra, Cuba, Alemania, Brasil y Colombia.





[1] Filippo Tomaso Marinetti, manifiesto futurista, Le Figaro,1909.